Una de las nuestras ha caído. No importa si era rosadita, rojita, más clara, más oscura, mas tibia, más caliente. No importa, fue de las nuestras. Cuando hubo partidos que colocaron a sus militantes a trabajar en Municipio de Lima durante la gestión de Susana Villarán, renunciaron en la práctica a la posibilidad de cogobernar la ciudad y asumieron la comodidad de tener a su gente trabajando en el Municipio.  

Que Susana gobernó sola, es verdad, por decisión propia y de algunos partidos de la izquierda. El mayor problema es ese, no tuvimos la fuerza para construir un cogobierno que pusiera en práctica nuestros discursos programáticos para la ciudad capital.

¿Eso coloca a la izquierda a nivel de la mafia que ha secuestrado el país durante los últimos 30 años?¿ Es verdad que somos lo mismo como dice la mafia?¿es verdad que todos somos corruptos, que es el mensaje central de la mafia para que la ciudadanía desprecie la política, se aleje de ella y les deje las manos libres para seguir manejando el país y mantener una sociedad de alcantarilla?

No, para nada. No somos lo mismo, una de las nuestras cayó en la corrupción, y no la blindamos, no la encubrimos, no la protegemos, exigimos un proceso debido como con todxs los implicados. Pero que el fujiaprismo no se venga a tratar de compararse con nosotros. Nosotros no entregamos los recursos de nuestra patria a quien venía con sus millones a cambios de coimas, nosotros no llenamos de muertos nuestro país con el pretexto de combatir al terrorismo, nosotros combatimos al terrorismo desde abajo, y nos costó muchos muertos, y combatimos también al Estado cuando se puso fuera de la ley y arrasaba comunidades campesinas y a pobladores de los asentamientos humanos. Y hemos peleado siempre por los derechos de nuestra gente, y nunca nos enriquecimos en esa lucha, nunca nos hicimos millonarios en esa lucha.

Y hemos peleado contra el alanismo de los 80, hemos denunciado sus corruptelas, y es verdad que votamos por el Fujimori que se oponía al schock económico que quería la derecha y que planteaba un programa económico distinto al modelo neoliberal. Y pasamos a la oposición cuando se traicionó el voto de la mayoría del país, y enfrentamos su gobierno cuando dio el golpe de estado e instauró una dictadura asesina, mientras la derecha lo llenaba de elogios y veía crecer sus cuentas bancarias.

Y logramos derrotar a la dictadura en un escenario de levantamiento popular y ciudadano, que encarnó finalmente en Toledo. Lamentable resultado, fue un presidente que continuó con el modelo neoliberal, traicionando nuevamente a la mayoría de peruanos, pero, peor aún, no dudó en usar los recursos del Estado en su beneficio. Si bien no toda la izquierda respaldó electoralmente a Toledo, sí hubo organizaciones que lo hicieron.

También pasamos a la oposición cuando fue evidente que Toledo no quería cambiar nada y se seguía beneficiando a los de siempre.

Luego hemos peleado contra el gobierno de García de los 90, y su entreguismo absoluto y la continuidad de la corrupción de su gobierno de los 80. Mientras los grandes empresarios se reunían con García para celebrar sus contratos tramposos y su política económica destinada a favorecerlos.

También respaldamos al nacionalismo que propuso un gobierno antimperialista para el país frente al fujimorismo que quería retomar el Ejecutivo. Evitamos que eso sucediera y logramos que la mayoría nacional imponga un país que iniciara un camino de transformaciones. Ollanta Humala hizo trizas el programa y le dio continuidad al modelo neoliberal. Tuvimos que pasar a la oposición nuevamente, en la lucha activa por los derechos de las mayorías de nuestro país.

Y el 2016 no logramos pasar a la segunda vuelta, la derecha se movió impunemente en una guerra sucia contra Verónika Mendoza, nuestra candidata, para evitar que estuviéramos en la segunda vuelta. Y la opción se volvió, o votamos por PPK o dejamos que gane el fujimorismo. Ahora sabemos que hubiera pasado si el fujimorismo ganaba el Ejecutivo. Nada de lo que ahora se está produciendo lo hubiéramos podido ver, la mafia fujiaprista se hubiera movido para evitar que su manejo del Estado fuera evidente y los opositores hubieran sido perseguidos como pasó durante la dictadura de los 90.

Así que siempre hemos estado contra el modelo neoliberal y las corruptelas de sus partidos, no de ahora sino de siempre, porque entendimos siempre que afectaba los derechos de los peruanos, y porque su lógica era depredar las riquezas de la patria. No nos subimos al coche a última hora, siempre estuvimos contra la privatización de los servicios cuando muchos de los que ahora se rasgan las vestiduras aplaudían las privatizaciones del fujimorismo, siempre estuvimos contra la privatización de las empresas estratégicas, cuando los hipócritas de siempre celebraban sin parar.

Y siempre supimos de qué lado estar cuando de defender los derechos de los peruanos se trató. Así que ahora no venga la derecha con el cuento que somos iguales, ustedes entregaron el país a los grupos de poder, restringieron los derechos de los trabajadores, empobrecieron más a los campesinos, asesinaron a diestra y siniestra en nombre de los intereses de los poderosos, llevaron al país a la crisis en la que estamos ahora. No vengan ahora con que somos iguales, nosotros no encubrimos, nosotros no blindamos, nosotros no convertimos en héroes a los ladrones y asesinos. Nosotros apoyamos, respaldamos, todos los esfuerzos fiscales, judiciales, políticos y ciudadanos, por sacar a la mafia corrupta que ha manejado nuestra patria y si cae una de las nuestras pues caerá, pero nada nos saca de nuestra línea de defensa del país, de defensa de los derechos de los peruanos y de la lucha contra la mafia que se apoderó del Estado peruano y arrinconó la soberanía popular.